El semáforo: el comportamiento en clase

Hoy vengo con una propuesta que ayuda a que los niños mejoren el comportamiento en clase de una forma positiva. Lo he visto en varios blogs para profesores y a mí me funciona de maravilla. 

Uno de los mayores problemas que aparecen después de un mes de clase es el mal comportamiento de algunos niños. El comportamiento está relacionado con varios factores. Hay niños que se comportan de una manera para llamar la atención, hay niños que a veces se comportan bien y otras mal, y hay niños que cada vez van a peor y que por mucho que les avisemos, parece que no tienen solución. También hay niños que mejoran poco a poco durante el año y que para el final del año son los que mejor aprenden.

Mi propuesta, "el semáforo" me ha ayudado mucho para motivar a que los niños tengan un buen comportamiento en clase. Con este sistema no hace falta que les digamos si se han portado bien o mal, lo entenderán perfectamente.

Este es el "semáforo de la conducta": 

 

Es importante empezar a usar el semáforo después de un par de clases, para que los niños sepan exactamente qué es lo que esperamos de ellos. Sería interesante poner algunas reglas básicas para que no haya malentendidos. Los niños suelen estar acostumbrados a sus profesores de siempre y a hacer las cosas de cierta manera, y nuestro sistema siempre les puede resultar extraño.

Después de que entiendan cómo llevamos las clases a cabo, les presentamos el semáforo. El semáforo tiene tres colores, y les diremos que al final de cada clase obtendrán un color. El color verde significa que estoy muy contenta con su comportamiento en clase. El color amarillo significa que he tenido que llamarle la atención por alguna actitud negativa en clase. El color rojo significa que ha tenido 3 o más avisos por mala conducta en clase. Al lado del semáforo pondremos la lista de alumnos con vacíos en blanco al lado, uno por cada clase. Antes de terminar la clase, coloreamos el semáforo en frente de ellos, para que vean cómo he evaluado su conducta y por si necesitan alguna explicación. Los niños son muy coherentes, ellos mismos son capaces de darse el color que merecen. 

Es sorprendente lo contentos que se ponen cuando les ponemos el color verde y lo arrepentidos que están cuando tienen el color amarillo o rojo. Esta técnica nos ayuda a evaluar el comportamiento de cada alumno en cada clase y ver si van mejorando o empeorando. Además, los alumnos suelen estar cada vez más motivados para tener sus vacíos de color verde, y suelen ser más conscientes de sus errores.

Si al final de cada mes o de cada cuatrimestre queremos que sus padres sepan cómo se están comportando sus hijos en clase, les podemos dar un papelito como el siguiente. Esto ayudará a que los padres hagan un seguimiento y a que los hijos les vayan diciendo qué tal les va en clase de español. 

A veces parece difícil, pero cuanto más cercanos nos mostremos con los alumnos mejor los entenderemos y mejor nos entenderán a nosotros. 

¡Feliz clase!